A
nivel de alimentación adaptada a seguir por el deportista, podemos
diferenciar la alimentación en el deporte en dos grandes grupos: el
primero, actividades como el fútbol requieren una energía
explosiva, y el segundo como el ciclismo que suponen una actividad
prolongada en el tiempo.
En
el fútbol los jugadores necesitan concentrar toda la energía para
dar un chute fuerte al balón o para correr más rápidamente que su
adversarios, por ejemplo. Pero se realizan pausas y cambios de
jugadores, lo que hace que un futbolista esté un tiempo inferior a
dos horas consecutivas de ejercicio físico continuado.
En
el ciclismo, los ciclistas realizan una actividad prolongada en el
tiempo. Pueden realizar “springs” en las metas volantes, para
adelantar a otro ciclista o mayor esfuerzo en las subidas, pero en
ningún caso tienen un tiempo de reposo durante la carrera en
competición.
Durante
los primeros minutos de ejercicio físico se quema el azúcar
(glucosa) que circula por sangre. Pasado este tiempo, el músculo se
abastece del glucógeno muscular, que es la forma en la que el
músculo entrenado almacena la glucosa, para poder liberarla
rápidamente cuando es necesario. Piensa en lo voluminoso que puede
ser el cuádriceps de un jugador delantero en el fútbol. Seguro te
viene la imagen a la mente las piernas de algunos jugadores de élite
de los últimos años.
Para
almacenar el glucógeno muscular es importante una alimentación rica
y suficiente en hidratos de carbono, como ocurre en la dieta de
rendimiento del futbolista: arroz, patatas, pastas, legumbres,
frutas, zumos naturales, durante el entrenamiento y los días previos
al partido de fútbol.
El
glucógeno muscular se agota pasadas una hora y media o máximo dos
horas del inicio de la actividad física continuada, por lo que esto
condiciona de manera diferente la alimentación en el ciclista, que
debe reponer agua, minerales y azúcares en el habituallamiento
durante la marcha de la carrera.
Las
piernas del ciclista son fuertes pero delgadas. Al agotar el
glucógeno muscular puede sobrevenir la llamada “pájara” donde
el agotamiento de azúcar dificulta el rendimiento deportivo. Es
entonces cuando el organismo para obtener la energía suficiente
necesita quemar la propia grasa. Por eso en las piernas del ciclista
puede estudiarse la anatomía de los músculos.
La
alimentación del ciclista durante el entrenamiento también deberá
incluir proteínas e hidratos del carbono, pero incluirá más grasas
que la del futbolista. Recomendándose abundantes frutos secos,
aceite de oliva virgen extra en crudo y pescados azules. Incluso
chocolate negro amargo, rico en hierro y polifenoles antioxidantes.
Así
pues deberemos adaptar tu alimentación en función del tipo de
actividad física o deporte que realices, pero evidentemente también
en función del tiempo y frecuencia del entrenamiento. Una ruta
senderista un domingo al més aunque sea de dos horas y media, no
requiere una alimentación de ciclista profesional. También
condicionará la hora del día de la práctica deportiva. No conviene
ingerir exceso de grasas previo a una competición para evitar
disminuir el rendimiento deportivo.
Seas
deportista de élite o aficionado al deporte, incluso aficionado
televisivo, siempre será imprescindible asegurar una buena
hidratación corporal con aportes hídricos optimizados (consulta:
Sin Agua No Hay Vida).
Cuida
tu mente y tu cuerpo. Dra. Eva Alcaraz.
Buenos días, particularmente, prefiero salir a caminar por las mañanas, mi hora o hora y media caminando entre verde no me lo quita nadie al no ser que yo quiera ��
ResponderEliminarEl caminar al aire libre es muy recomendable. El artículo expresa dos ejemplos de actividad física, muy populares ambos, donde las necesidades energéticas son muy diferentes.
ResponderEliminarTodo ejercicio físico es recomendable, si el grado de entrenamiento es el óptimo, y sobre todo si te gusta. Si te gusta, lo practicas, y si lo practicas notas sus beneficios.
Os recuerdo que se recomienda practicar una actividad física suave o moderada, pero practicada con regularidad como buen hábito de vida.
Quierete y cuídate