La
Dieta Mediterránea fué declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de
la Humanidad por la Unesco en 2010 para España, Grecia, Italia y
Marruecos; y en 2013 en Chipre, Croacia y Portugal.
Estudios
por científicos norteamericanos demostraron que la alimentación más
sana del mundo a nivel de protección cardiovascular es la del área
de los países del Mediterráneo. Cada país tiene sus
particularidades pero lo que tienen en común es el uso del aceite de
oliva rico en ácidos grasos monoinsaturados y polifenoles, los
lignanos en las aceitunas.
El consumo de frutas y verduras frescas a diario aportando una cantidad abundante de fibra y vitamina C, legumbres, pan, frutos secos, mariscos, pescados blancos y azules fuente de ácidos grasos omega 3 y vitamina D; y una cantidad moderada de carne. Las condiciones climáticas y geográficas de esta zona favorece el abastecimiento y consumo de estos alimentos beneficiosos.
El consumo de frutas y verduras frescas a diario aportando una cantidad abundante de fibra y vitamina C, legumbres, pan, frutos secos, mariscos, pescados blancos y azules fuente de ácidos grasos omega 3 y vitamina D; y una cantidad moderada de carne. Las condiciones climáticas y geográficas de esta zona favorece el abastecimiento y consumo de estos alimentos beneficiosos.
Este
estilo de alimentación es recomendable en niños, ancianos, embarazadas, en todas las edades, en prevención cardiovascular entre
otras enfermedades como también está asociada a un menor riesgo de
deterioro cognitivo durante el envejecimiento y disminuye el riesgo
de muerte prematura siendo un legado nutricional a cuidar. Cada
cultura posee un tipo de alimentación equilibrada por siglos de
experiencia y tradición, pero quedó demostrado que comparando la
dieta Mediterránea con otras en el “estudio de los siete países”:
Finlandia, Estados Unidos, Japón, Holanda, Grecia, Italia y
Yugoslavia. Ésta presenta ventajas de salud a nivel internacional
como también se demostró sus beneficios posteriormente en el
estudio PREDIMED.
Cuando
en el intento de querer mejorar nuestra alimentación incluimos
indiscriminadamente y frecuentemente alimentos de otras culturas
podemos desestabilizar sin querer este equilibrio nutricional óptimo
de la Dieta Mediterránea. Igualmente cuando por modas o imitación
normalizamos la comida “rápida” y deja de ser una excepción
para formar parte de nuestro día a día nos podemos perder la oportunidad de cuidarnos a nosotros y a nuestras familias como nos
cuidaron a nosotros de niños, en lo que yo defino como “La
Generación del Bocadillo de Jamón”. Podía ser el bocadillo de
jamón, embutido, queso o de atún con aceitunas, incluso pan con
chocolate, pero era pan fresco del día , pan pan. También los de la
Generación del bocadillo de jamón hacíamos bastante ejercicio
físico: jugábamos a pillar, a la comba y al elástico, al churro vá,
al sambori, paseábamos en bicicleta, sencillamente salíamos a la
calle a jugar.
Saludos
cordiales desde Valencia te desea la Dra. Eva Alcaraz.
¡Quierete y cuídate!.
Hola, muchas gracias por tus artículos, son muy interesantes, ahora entiendo lo que es de verdad la dieta mediterránea, un gran saludo.
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