Sexología, Pareja y Conflicto

Dentro de los distintos modelos de intervención, para las estrategias y desarrollo de habilidades en terapia sexual y de pareja, debe valorarse las implicaciones afectivas en la evaluación psicológica del paciente que acude a consulta en la búsqueda de soluciones para la disfunción eréctil, anorgasmia u otros. Considerándose deseable, y mejora el pronóstico la participación, implicación, y cercanía de la pareja. El aspecto emocional de la pareja, como los conflictos que en ella surgen, pueden generar emociones negativas y problemas de comunicación, que podrían ocasionar o empeorar los problemas sexuales que padece el paciente. Sin olvidar la presencia o ausencia de intimidad en un entorno apropiado, descartar enfermedad hormonal o física, y cuestiones individuales psicológicas, educacionales y falsas creencias que requerirán reestructuración cognitiva en el tratamiento. "Una disfunción, entre otros motivos como la ansiedad, puede surgir con el objetivo de conseguir una ganancia secundaria, castigo, una llamada de atención o un modo de exonerarse de ciertas obligaciones" (Javier Ferrero Berlanga y Elvira Martinez Ballesteiro).




Centrándonos, en el presente artículo, en la visión positiva y búsqueda de soluciones en una pareja que desea el bien individual y común, y ser felices juntos,  os propongo el siguiente punto de vista.

Requisitos previos a la resolución del conflicto:

1- No centralizar el conflicto en el dolor que éste mismo provoca. Todo conflicto genera dolor y es, en ambas partes de la relación. No tienes la exclusiva del dolor. El dolor lo genera la situación y no ni la otra persona (evita cumplabilizar y confía en la no intencionalidad de producir dolor) ni tu mismo, no tiene porque ser un error tuyo (evitar remordimientos y culpa no es incompatible con el proceso de aprendizaje y busqueda de soluciones). El sentimiento de culpa no es construtivo en una relación, sí lo es el de responsabilidad entre ambos. Tener paciencia no es sinónimo de silenciar situaciones dolorosas ni de tolerar lo que se encuentra fuera de los margenes del amor y el respeto.




2- En los "estatutos" de una relación, considerando tu pareja o familia como un "equipo", debe estar presente la creencia que tu pareja te quiere y la presunción implicita en el amor de no hacer daño intencionadamente. Un altisimo porcentaje de conflictos podrían resolverse satisfactoriamente por ambas partes con un TE QUIERO, ESTOY Y QUIERO SEGUIR A TU LADO, AQUÍ ESTOY QUÉ NECESITAS DE MI. Pues nadie desea una relación no correspondida, si crees en la buena intención de tu pareja es posible la tolerancia y la comprensión, un equipo debe trabajar en equipo (a la par no se desgasta la ilusión, sentir que tu pareja se queda rezagada en el camino puede dinamitar la relación), y ser sincero en lo que uno desea y en lo que no (lo cual es totalmente opuesto a manifestar reproches, especialmente dolorosos los concernientes a relaciones pasadas de las que no somos responsables y se entra en comparativas muy desagradables, y por supuesto sin entrar en bucle ni expresar esa sinceridad fuera del contexto apropiado ni con la dulzura propia de quienes se aman de verdad).




3- El equipo es un proyecto de presente y de futuro entre ambos miembros de la pareja. Cuando existen unos estatutos bien definidos del equipo y los objetivos presentes y futuros de la relación, sentimos seguridad, que es real, y que vale la pena. Saberse querido y caminar en el mismo sentido de la dirección del camino potencia la autoestima y el crecimiento personal y el de la pareja según se avanza y recorre y Vida. Valorar la relación como tal constituye la tercera pata, la fundamental, en la que se apoyará la relación sobre cualquier terreno o conflicto a tratar. Es imprescincible desear estar en pareja y valorar lo que aportamos y nos aporta.
Requisitos durante la resolución del conflicto: Haber interiorizado los tres previos y mostrar disposición a ello...

Requisitos posteriores: disfrutar la reconciliación, valorar lo aprendido, pasar al siguiente capítulo, y no olvidar nunca lo aprendido para evitar situaciones similares en el futuro en la medida de lo posible.




"A las doce os espero en el jardín,
no hagáis ruido...
Pensad que el camino os acoge.
Recorrerlo disfrutando su trecho
y oiréis los sonidos de la vida
...
Como la noche oscura pero cálida
buscad al fondo la luna,
y esmeraros en alcanzarla.
Estirad vuestro cuerpo con fuerza
y encontraréis la dulzura del alma"


Dra. Eva Alcaraz.

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