Protección Solar Vs Paseos En Horas De Sol

El equilibrio entre protegernos del sol y practicar actividades al aire libre en horas de sol suave, es lo necesario para la síntesis suficiente de vitamina D por parte de nuestra piel, por efecto de la radiación solar, y evitar el fotoenvejecimiento cutáneo y el cáncer de piel, melanoma. Sol sí, por supuesto, pero en su justa medida. Conforme la ciencia avanza, es ésta quien nos dice que no debemos olvidarnos de la Vida Natural. Eso sí, usando con criterio los beneficios de la sociedad desarrollada en la que vivimos actualmente.




Los extremos en Salud no suelen ser buenos. Recuerdo una época en la que compañeras del colegio usaban mejunjes caseros de mercromina con crema hidratante, refresco de cola o aceite de cocina, para aumentar su bronceado, lo cual hoy en día somos conscientes (casi) todos de lo perjudicial que es para nuestra piel. La grasa en la piel produce efecto lupa, e intensifica la radicación solar aumentando el daño sobre nuestra dermis. Se recomienda usar un fotoprotector alto o muy alto, y renovar su aplicación cada 2 horas, en zonas del cuerpo expuestas en las horas centrales del día, y en los períodos del año, y zonas geográficas, donde la radiación solar es mayor. No es lo mismo el sol de una tarde de primavera, que el de pleno verano a la hora de comer.




La otra situación extrema es la baja cifra de vitamina D en la población general en los últimos años. Siendo España un país con grandes períodos anuales de sol, la cifra de vitamina D en sangre media, es similar a la de países escandinavos. La vitamina D es encuentra en nuestra piel en forma inactiva. Es la radiación solar la que transforma a la forma activa. La Vitamina D facilita la absorción intestinal de calcio y fósforo. El déficit o la insufiente cantidad de la “vitamina del sol” puede ocasionar osteopenia, osteoporosis, e incluso raquitismo cuando afecta al niño, además de relacionarse con enfermedades autoinmunes y tendencia la sufrir infecciones.




Sobre el 80% de la vitamina D procede del efecto del sol, siendo el resto aportada por la alimentación. Cuando la persona pasa poco tiempo al aire libre, se protege del sol continuamente, y “vive a dieta”, se suman factores de riesgo que condicionan un nivel bajo de ésta vitamina. La Vitamina D es liposoluble, es decir se encuentra en la grasa de los alimentos. Es muy importante en una dieta de adelgazamiento, y en una dieta deportiva, se incluyan alimentos ricos es grasa sana, en determinados momentos. Las frutas y verduras son grandes aliados en la dieta de control de peso, pero solo aportan las vitaminas hidrosolubles, las que están en el agua de los alimentos.




Una vez más, conocemos la importancia de comer variado, y estar en armonía con la Naturaleza, y la Ciencia. Tu dieta debe estar recomendada y supervisada por un médico especialista por tu propio beneficio. Procura pasar unas horas al aire libre: playa, montaña o parques (sé ecorresponsable, por favor) dos o tres veces a la semana. Usa gorra, sombrero, gafas, fotoprotección y ropa apropiada en verano. El sol: ni siempre ni nunca. Así todos sanos y felices, incluidos dermatólogos y traumatólogos.




Saludos desde el Mediterráneo. 

Quiérete y cuídate con lo que de Verdad es lo mejor para ti.  

Dra. Eva Alcaraz.


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