Entre
hacer la compra íntegra de tu alimentación en un herbolario o en la
zona de dietéticos, y comer “comida basura” a diario, hay muchas
opciones posibles. He visto a mamás embarazadas, cuidar su
alimentación por proteger la Salud y Bienestar de su bebé, como no
han sido capaces de hacerlo por ellas mismas antes de su embarazo.
Desde la gestación, una madre siempre se interesará por la
alimentación de si hijo. Puedes tener 21 años y volar a París, que
cuando llames a casa para decir que has llegado bien tu madre con
mucha probabilidad te preguntará: “Cariño, ¿has comido ya?.
Pero, ¿qué has comido? ¿has comido bien?”. Puede que tu madre no
sea experta nutricionista, pero en lo que ella crea que es bueno para
tí, no te fallará.
Cuando
tu hijo o hija nazca. seguirás cuidando su alimentación al detalle.
Guisarás sus pucheritos caseros y naturales de patata, pollo y
verduras, por ejemplo. Un buen método es poner distintos
ingredientes en una olla y cocinarlos a la vez, para luego elaborar y
congelar los purés donde en cada uno predomine una verdura
diferente. Es un procedimiento interesante para que se acostumbre a
los diferentes sabores de las diferentes verduras. Conforme el niño
o niña crezca y se desarrolle convenientemente, tal vez por falta de
tiempo, por agotamiento, por insuficiente motivación, por falta de
prioridad, o por exceso de confianza, la alimentación del niño deje
de ser poco a poco lo esmerada que era en sus primeros años de Vida.
Podríamos
simplificar clasificando el grado de idoneidad de la alimentación
infantil en tres categorías: la primera, no apropiada; la segunda,
standard o convencional; y la tercera sería la alimentación
apropiada deseable. La primera no es apropiada por exceso de grasas,
químicos, y azúcares, a la vez que tampoco es apropiada por falta
de fibra, vitaminas, minerales y grasas sanas (monoinsaturadas y
omega 3). Mientras que sí lo serían en diferente grado, tanto la
segunda como la tercera. La segunda, la standard o convencional, mala
no es, pero sí es mejorable. Todo es susceptible de ser mejorado. La
tercera, la alimentación apropiada deseable, requiere mayor coste en
información, esfuerzo y dedicación, además de económico. Como
dice una amiga mía: “pasar de comer lo normal a lo apropiado puede
hacerte sentir desorientada, cómo si cambiaras de religión y no
supieras por donde empezar”. Gracias amiga, por explicarlo con esa
claridad. También sabemos, que todo es empezar, y al notar los
beneficios, te irás interesando por mejorar cada vez más.
No
debes sentirte culpable por ir a un restaurante de comida rápida
para dedicarle ese día más tiempo a tus hijos. Lo que te propongo
que te plantees, no es pasar de un extremo al otro, sino piensa qué
puedes hacer mejor dentro de tu Vida: ¿Vives o sobrevives?. Viernes
noche, la semana ha sido “larga” e intensa, una pizza precocinada
y una natillas, os gusta y te soluciona la cena. ¿Cómo
puedes mejorarlo? Añade fibra natural. Cocina una crema de calabacín
con quesitos, distribúyela en distintos botes de cristal de boca
ancha de los que reutilizas, identifica qué es y fecha de
elaboración en tu etiqueta y congela. Ahora, antes de la pizza, solo
necesitas descongelar y calentar el bote que te recomiendo tomar como
un primer plato sano y casero, antes de tu fácil y ansiada pizza. Y
si no quieren verdura, te daré unos trucos más adelante. Por cada
alimento menos sano o menos idóneo, incluye otro que sí lo sea.
Equilibra, compensa, armoniza. Con tan solo un gesto, ya es mejor
vuestra alimentación familiar.
Más propuestas: aceitunas y frutos secos son una alternativa interesante para niños de más de tres años de edad. Masticar alimentos sólidos les facilita conocer su boca y les ayuda a vocalizar mejor, como comer espaguetis. Una receta muy buena de espaguetis con verdura, consiste en añadir cebolla y daditos de berenjena cocinados, calabacín o pimiento, a la carne picada (yo uso carne de caballo al corte picada en mi presencia y sin aditivos), y aromatizar con orégano el tomate frito (ecológico con aceite de oliva es una opción deseable).
El chocolate les aporta hierro, y los niños necesitan más grasa en su dieta que los adultos debido a que están en edad de crecimiento. Pan con chocolate es buena opción en los días de practica deportiva de los peques, les ayudará a sentirse menos fatigados. Pero no le daría chocolate a un niño antes de ir a dormir. Tampoco todos los chocolates son iguales. Te recomiendo leas los ingredientes. Si aumenta el consumo de los alimentos deseables para vuestra Salud, el fabricante estará encantado de satisfacer las demandas. El pan con el que coman los niños el chocolate, en caso de sobrepeso recomiendo sea integral o multicereales, pero habrá que valorar que la fibra impide parte de la absorción de grasas, y por el mismo mecanismo puede impedir parte de la absorción del hierro que el chocolate puede ofrecer. A un niño, comer carne se le puede hacer “bola”, pero comerá satisfecho su pan con chocolate.
El consumo de pescados es fundamental en edad infantil. Aunque el pescado sea rebozado siempre podremos mejorarlo acompañándolo con una ensalada vegetal. El riesgo cardiovascular que sufra tu hijo varón a los cuarenta años depende incluso de las grasas saludables del aceite de oliva y pescado que haya consumido hasta entonces, incluso intraútero. Comer fruta antes de tomar galletas o algún dulce les aporta fibra para que los azúcares lleguen a sangre paulaltinamente, regulando el metabolismo de azúcar en sangre de un modo beneficioso tanto en el niños diabético como en cualquier niño o adulto (consulta: La Diabetes En Niños). El queso no es malo para los niños. Lo es para un adulto sedentario, sometido a mucho estrés, que descuida su alimentación y no toma antioxidantes, pero no para un niño en crecimiento que requiere la vitamina D que ofrece la grasa del queso, y la energía que aportan esas grasas para correr, saltar y jugar al aire libre. ¿Cuanto tiempo hace que no juegas al “Tula”, saltas la comba o vuelas la cometa?.
Especial atención requerirán intolerancias y alergias de alimentación. Tanto unas como otras pueden desaparecer en algunos años. Pero hasta que esto ocurra, la concienciación y convicción no es una opción, sino una imperiosa necesidad. No son madres que tengan a sus hijos a dieta, son madres y familias que se preocupan y se ocupan se buscar soluciones prácticas y alternativas. Gracias por entenderles y ayudarles, especialmente mi agradecimiento a los colegios y caterings que cocinan y cuidan a esos niños como lo hace su propia madre. Recuerda la alimentación apropiada no es el consumo o no de un alimento aislado, sino el contexto en el conjunto de la alimentación semanal y hábitos de Vida. Como el comer fruta con las galletas y el hacer ejercicio. Está en tus manos. Edúcales en el ejemplo.
Más propuestas: aceitunas y frutos secos son una alternativa interesante para niños de más de tres años de edad. Masticar alimentos sólidos les facilita conocer su boca y les ayuda a vocalizar mejor, como comer espaguetis. Una receta muy buena de espaguetis con verdura, consiste en añadir cebolla y daditos de berenjena cocinados, calabacín o pimiento, a la carne picada (yo uso carne de caballo al corte picada en mi presencia y sin aditivos), y aromatizar con orégano el tomate frito (ecológico con aceite de oliva es una opción deseable).
El chocolate les aporta hierro, y los niños necesitan más grasa en su dieta que los adultos debido a que están en edad de crecimiento. Pan con chocolate es buena opción en los días de practica deportiva de los peques, les ayudará a sentirse menos fatigados. Pero no le daría chocolate a un niño antes de ir a dormir. Tampoco todos los chocolates son iguales. Te recomiendo leas los ingredientes. Si aumenta el consumo de los alimentos deseables para vuestra Salud, el fabricante estará encantado de satisfacer las demandas. El pan con el que coman los niños el chocolate, en caso de sobrepeso recomiendo sea integral o multicereales, pero habrá que valorar que la fibra impide parte de la absorción de grasas, y por el mismo mecanismo puede impedir parte de la absorción del hierro que el chocolate puede ofrecer. A un niño, comer carne se le puede hacer “bola”, pero comerá satisfecho su pan con chocolate.
El consumo de pescados es fundamental en edad infantil. Aunque el pescado sea rebozado siempre podremos mejorarlo acompañándolo con una ensalada vegetal. El riesgo cardiovascular que sufra tu hijo varón a los cuarenta años depende incluso de las grasas saludables del aceite de oliva y pescado que haya consumido hasta entonces, incluso intraútero. Comer fruta antes de tomar galletas o algún dulce les aporta fibra para que los azúcares lleguen a sangre paulaltinamente, regulando el metabolismo de azúcar en sangre de un modo beneficioso tanto en el niños diabético como en cualquier niño o adulto (consulta: La Diabetes En Niños). El queso no es malo para los niños. Lo es para un adulto sedentario, sometido a mucho estrés, que descuida su alimentación y no toma antioxidantes, pero no para un niño en crecimiento que requiere la vitamina D que ofrece la grasa del queso, y la energía que aportan esas grasas para correr, saltar y jugar al aire libre. ¿Cuanto tiempo hace que no juegas al “Tula”, saltas la comba o vuelas la cometa?.
Especial atención requerirán intolerancias y alergias de alimentación. Tanto unas como otras pueden desaparecer en algunos años. Pero hasta que esto ocurra, la concienciación y convicción no es una opción, sino una imperiosa necesidad. No son madres que tengan a sus hijos a dieta, son madres y familias que se preocupan y se ocupan se buscar soluciones prácticas y alternativas. Gracias por entenderles y ayudarles, especialmente mi agradecimiento a los colegios y caterings que cocinan y cuidan a esos niños como lo hace su propia madre. Recuerda la alimentación apropiada no es el consumo o no de un alimento aislado, sino el contexto en el conjunto de la alimentación semanal y hábitos de Vida. Como el comer fruta con las galletas y el hacer ejercicio. Está en tus manos. Edúcales en el ejemplo.
Saludos
desde el Mediterráneo. Quiérete y cuídate con lo que de Verdad es
lo mejor para ti y para los niños.
Dra. Eva Alcaraz.
Dra. Eva Alcaraz.
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