Tu
piel requiere alimentos con nutrientes apropiados: antioxidantes,
colágeno, agua, ácidos grasos. La mejor nutrición para tu piel es
desde el interior. Si tu cuerpo funciona bien, tu piel también
debería estar bien. Apórtale a tu organismo de que de verdad
necesita. Problemas en la piel, pueden ser expresión de alguna
alteración en la salud de la persona. Igualmente también se debe
cuidar la piel de modo externo, evitando la deshidratación (de tu
piel hidratada desde dentro) y protegiéndola del frío, el aire,
agentes contaminantes y del exceso de radiación solar que puede
producir las manchas y el fotoenvejecimiento.
La
Dieta Mediterránea constituye un excelente punto de partida para
cuidar tu piel: pescados azules, almendras, aceite de oliva virgen
extra no filtrado como aliño, frutas y vegetales crudos ricos en
vitamina C (consulta: Antioxidantes Naturales).
¿Te suena? Son la lista de ingredientes de muchas cremas cosméticas.
Dicen que mi bisabuela lucía una piel expléndida gracias a
aplicarse un puré de almendras que ella misma preparaba. De su piel,
no recuerdo. De niña, en lo que yo me fijaba, era si jugaban
conmigo, y si la gente era buena y amable; pero lo que sí sé, es
que también las comía y que vivió muchos años.
Para
la firmeza de la piel, siempre hablamos de técnicas o productos que
estimulan la producción de colágeno. El colágeno esta formado por
glicina en un 30 por ciento. De modo natural, la glicina se encuentra
en carnes, pescados, huevos, jamón, mariscos, semillas de algarrobo,
sésamo y pipas de calabaza. En una alimentación vegetariana, sería
muy importante consumir frutos secos, y mezclar cereales con
legumbres para un buen aprovechamiento de los aminoácidos. Las
proteínas se componen por aminoácidos, son como piezas de un puzle.
Puzle que es más parecido al nuestro respecto a una proteína
animal, que no respecto a los vegetales. Por eso a la proteínas
animales se les llama: “de alto valor biológico”.
La
alimentación debe ser variada para que sea completa, cada alimento
tiene unos nutrientes diferentes y es necesario completar los
requerimientos nutricionales, pero además muchos de ellos de
complentan, como el calcio y la vitamina D, o el hierro y la vitamina
C. Puedes hacer énfasis en algún alimento o nutriente,
temporalmente y por algún motivo, consulta a tu médico
especialista, pero no olvides incluir los demás para no
desequilibrar la alimentación. A mi criterio, no existen
superalimentos, sino superdietas con materia prima natural de la
mejor calidad posible, y superhábitos de Vida saludables. Tu Salud
es el conjunto de tu alimentación. “No sólo de pan vive el
hombre”.
Es
necesario considerar que la hidratación de tu piel no puede recaer
únicamente en si una crema aporta agua o si minimiza las pérdidas
de la misma, la hidratación de tu piel tiene relación directa con
el aporte de agua y de líquidos apropiados a tragos pequeños a lo
largo del día. (Consulta: Sin Agua No Hay Vida). Un
ambiente seco, con menor humedad ambiente por localización
geográfica pero también por radiadores o aires acondicionados,
puede condicionar, y deberás aumentar tu hidratación. En verano,
sandía y melón son excelentes opciones. Recuerda también incluir
aporte suficiente de grasas saludables en tu alimentación con
pescados azules, variados respecto a tipo y procedencia; frutos secos
y semillas, como nueces, almendras, sésamo y pipas de calabaza o
girasol; y aceite de oliva virgen extra sin filtrar, con consumo en
crudo siempre que sea posible.
Quiérete
y cuídate con belleza, salud y sabor.
Saludos desde el Mediterráneo.
Dra Eva Alcaraz.
Saludos desde el Mediterráneo.
Dra Eva Alcaraz.
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