Dichosa Enfermedad Llamada Juventud

Valencia 27 de noviembre de 2018, una paciente de menos de 20 años llega a consulta acompañada con su madre, despliega un electrocardiograma en la mesa del despacho y me pregunta: ¿Doctora qué me pasa?. Mi perplejidad es tal que les pido en voz alta que si ambas están de acuerdo me gustaría por favor hablar en privado con la hija. La madre asiente y sale del despacho. Echo un vistazo al mismo, todo va bien, lo aparto hacia un lado, me apoyo en la mesa acercándome a la joven, y mirándole a los ojos le digo interesándome por ella: Cuéntame que te pasa.


 

La joven me relata con sufrimiento y desahogándose sus ganas de llorar. Cuenta sentirse observada en su trabajo, con falta de autoestima, desconfía de la gente, se siente sóla y manifiesta falta de aceptación a si misma, y a los demás. Voy tomando nota en un folio los puntos que valoro tratar con ella, mientras detalla lo que le hace sentirse mal con si misma y con la Vida. Afortunadamente, todos sus síntomas tienen cura, con la experiencia y el crecimiento personal, que aporta el transcurrir de la Vida, cuando uno está atento y receptivo a la detección de situaciones a resolver, y en la búsqueda de soluciones a las mismas. Diagnostico: esa enfermedad que llaman Juventud.




Pueden transcurrir los años, y no siempre se nos presenta la oportunidad de madurar apropiadamente. Sufrimos menos, cuando La Vida, la percibimos desde el sosiego y la paz de la experiencia, y podemos saborearla de un manera más relajada. Algunas personas sólo envejecen sin madurar, o en determinados momentos descarrilamos del tren de sentirse en armonía con El Mundo. En cualquiera de los casos, aportemos sentido común, espíritu práctico, y sigamos creciendo, por las personas a las que queremos, por nosotros mismos, y por nuestra propia Salud. La aceptación de uno mismo, de la Vida, y saberse adaptar, es imprescindible para prevenir muchos problemas presentes y futuros. Hagamos de las soluciones un modo de Vida, y eso forma parte del respeto a las cosas importantes.




Si te sientes observado, sé tu mismo. A quien le gustes te admirará y buscará, a quien no, pues no. ¿Quien dijo que es necesario agradar a todo el mundo en una sociedad tan diversificada?. Ser quien de verdad quieres ser, es la manera de no entrar en contradicción con uno mismo. Empieza por quererte a ti mismo para que puedan valorarte los demás, por lo menos igual de lo que tu lo haces. Cuando caminas hacia dónde deseas llegar, estás potenciando lo mejor de tí y fortaleces tu autoestima. Afronta con coraje y aceptación el camino por que que estás, y avanza por él consciente de las características que te hacen único. Pues dichas características, se consideran virtudes o defectos, no por sí mismas, sino en el contexto concreto dónde y cómo las desarrolles. Ser perfeccionista en el trabajo puede ser una gran virtud, mientras que en las relaciones sociales te recomendaría modules el serlo. Igualmente ser desconfiado es prudencia y no defecto cuando se elige correctamente con quien debes serlo y con quien no. Y, el sentirse sólo y las ganas de llorar, se desvanecerán tras pensar, desarrollar, y madurar, las acciones anteriormente citadas. ¿Aún te duele el corazón o disfrutas la Tranquilidad y Felicidad del Camino?.




Quiérete y cuídate en los sitios y con las personas que hacen tu Vida más fácil y sana. Saludos desde el Mediterráneo. 
Dra Eva Alcaraz.

Comentarios

  1. Genial como todos tus post. Había leído ya todos tus artículos y son estupendos. Y mira que he leído el blog de muchos nutricionistas pero tú tienes un lado humano excepcional que desde luego se refleja en la consulta, lo cual te hace ser mucho más que un médico o un nutricionista cualquiera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por leer el blog, por tu reconocimiento y confianza. Es gratificante saber que llega el mensaje. Primero que todo somos personas. Gracias

      Eliminar

Publicar un comentario