Vive
siempre enamorado de tu dieta. Sólo ten claro, que es mejor que tu
dieta esté contigo. Cuidarse y quererse a uno mismo, significa
elegir lo mejor: prepararte unos tuppers, cocinar casero siempre que
puedas, disfrutar de una cena fuera de casa el fin de semana. Puedes
elegir lo que está cercano, a tu alcance, tan sólo porque es
accesible, o puedes aspirar a la excelencia. Basta de melodramas, y
deja de hacerte daño. Lo tuyo, tiene solución, es un camino de dos
sentidos. Tú puedes, yo te ayudo. Demuéstrate que eres capaz de
hacerlo, y hacerlo bien, afrontando la situación, y al menos una vez
en la vida que no salgas corriendo. Si das los pasos en la dirección
correcta, no tendrás de ocultarle a tu familia y amigos la verdad,
pues esta vez, no será contradictorio. Híncale el diente a tu
dieta, y saborea el placer de llegar a tu objetivo, disfrutando del
camino, con el aderezo, sensaciones, gustos, e ilusiones, que te
hacen sentir especial.
Las
percepciones subjetivas, son susceptibles de poder ser modificadas.
Si el sobrepeso, lo percibes como una amenaza para tu Salud, puede
servirte como motivación para tu dieta. También, depende de lo
vulnerable que te sientas, y de la gravedad percibida.¿Es indeseable
el sobrepeso para tí?. Sin embargo para estar el tiempo suficiente
con el control de tu alimentación, debe existir también la
intención de cuidarse, y actuar en consecuencia. Te ayudará, el
refuerzo positivo, que tu entorno valore tus logros, y las
conversaciones con tu médico especialista y personas cercanas. El
rol que ocupa la alimentación en tu vida a nivel psicológico, es
imprescindible tratarlo a la par, además de qué es lo que comes
según dice el menú de una mera hoja sacada del cajón. Es posible
disfrutar comiendo y adelgazando, libremente y sin temores. Comer es
innato al ser humano. Comer es fuente de placer y puede ser fuente de
Salud. Si hace falta crearemos un mundo paralelo en el que vivir. Si
el Amor purifica la Pasión, ama tu dieta.
En
la dieta, debes sentirte libre para decidir qué prefieres comer en
cada momento, y cómo compensarlo. Por ejemplo, si no eres diabético,
puedes tomar croquetas o tarta de manzana si vas a hacer ejercicio
después. Para compensar, necesitas conocer la realidad. Ocultar la
realidad en la consulta con tu especialista en nutrición, o que tu
médico decida por tí qué comer, te priva de la libertad de elegir
lo que quieres ahora, y en futuro. Es necesario pues, una educación
nutricional, mínima y básica; y desarrollar, adecuadamente, el
proceso de aprendizaje que te conduce a que tu dieta sea exitosa y el
resultado perdurable, por encima de experiencias pasadas y compatible
con tu cultura y deseos. La indefensión aprendida y el sentimiento
de culpa, son lastres a soltar. Puedes hacerlo, en cuanto lo creas
con la certidumbre apropiada. Pequeños pasos como un primer plato
rico en fibra te ayudaran a adquirir las habilidades y hábitos
necesarios. No se trata de comer menos, sino de comer mejor. Escoge
adecuadamente. No calles ni otorgues, dialoga, pero sobre todo
contigo mismo.
El
tiempo dá y quita razones, ponte a ello y contestaré a tus
preguntas. Tus respuestas no deben ser palabras, sino actos. Que no
te tengan que decir: “De tal palo, tal astilla”. Decide ser quien
desees ser y estar donde quieres estar. Apóyate en quien te
beneficia y te ayuda a crecer, y no en quien debes justificarte
continuamente. Si no eres Feliz ahora, entonces... ¿cuando?.
Afortunadamente sí hay cosas que dependen de tí.
Quiérete
y cuídate.
Saludos
desde el Mediterráneo y la Ciudad de las Ciencias.
Dra
Eva Alcaraz.
Cita
previa presencial o telemática +34 646 071 223.
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