Las
infecciones de orina pueden estar presentes en distintas épocas de
nuestra Vida. En los bebés, por el uso del pañal pueden facilitarse
la proliferación de bacterias nocivas; en la mujer en edad fértil
sexualmente activa, por los movimientos de fricción, pueden
arrastrarse bacterias de otra localización como la E. coli del ano
al meato urinario, y de ahí ascenso a la vejiga de la orina, e
incluso a través de los uréteres a los riñones; y en edad más
avanzada por pérdidas de orina, también por elementos de contención
como salvaslips, compresas, pants o pañales, pues la humedad y el
calor puede favorecer la infección. La pérdida de apetito en los
bebés, puede hacernos pensar que puede haberse producido una
infección de vías urinarias. Así como las náuseas o vomitos en
cualquier edad. En el anciano, la pérdida de apetito también puede
ser una señal de alerta. Otros síntomas pueden ser escozor al
orinar, dolor, sensación de no haber orinado lo suficiente, ganas de
miccionar más frecuentemente de lo habitual. Puede haber fiebre, e
incluso sensación de mareo, y cuando la infección asciende a los
riñones dolor en la espalda a nivel lumbar que no hay que confundir
con problemas en la columna lumbar, especialmente cuando las
infecciones ocurren a menudo y el paciente no identifica
sintomatología urinaria.
Como
medidas de prevención es fundamental la ingesta abundante de
líquidos a tragos pequeños a lo largo del día cada día. Es lo que
explico en consulta como “el efecto río”, un río que siempre
lleva agua, el agua fluye limpia. No es conveniente tampoco el
aguantarse las ganas de orinar. Es necesrio también, que nos
aseguremos que hemos vaciado completamente la vejiga al orinar. La
falta de higiene puede perjudicar, pero igualmente o peor, puede ser
abusar de jabones, incluso los conocidos como jabones de uso íntimo.
Ducharse es una buena práctica de higiene para la prevención de
infecciones de orina en comparación con el baño, donde el agua
sirve de vehículo y puede favorecer la proliferación de gérmenes.
Los suplementos en concentrados de arándano rojo u otros frutos
rojos pueden ayudar, y se pueden recomendar en la ultima etapa de
gestación en la mujer embarazada y en adultos proclives a sufrir
este tipo de infecciones.
Tras
mantener relaciones sexuales no olvides levantarte a orinar antes de
tomarse un descanso para evitar el ascenso de bacterias por efecto
arrastre, y en caso de mantener relaciones por vía anal no es
conveniente realizar una penetración vaginal sin un lavado previo
del pene o sin el uso del preservativo. Pues, las bacterias de normal
localización en una determinada zona del cuerpo pueden ser
perjudiciales cuando se desplazan a otra localización. Respecto al
tratamiento consulta siempre con tu médico y que confirme el
diagnostico de infección por tira reactiva de orina o por
urinocultivo, así como el tratamiento de elección en cada caso. Por
protocolo, toda infección de orina debe ser tratada por protección
renal, pues aunque pueden ser procesos autolimitados, si la infección
afecta a los riñones, puede producirse destrucción de nefronas, las
células del riñón, e infecciones de orina repetidas a lo largo de
la vida podrían repercutir en la funcionalidad del riñón, pudiendo
llegar a producir incluso que el paciente requiriese de diálisis
para su supervivencia. Se puede vivir sin un riñón, pero si tienes
sólo uno es especialmente necesario cuidarlo.
Quiérete
y cuídate, hidratándote correctamente y disfrutando de tus
relaciones sexuales con información y responsabilidad.
Saludos
desde el Mediterráneo y la Ciudad de las Ciencias.
Dra
Eva Alcaraz.
Cita
previa presencial o telemática +34 646 071 223.
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