Ayuno No

El ayuno no es conveniente físicamente para tu organismo. Si te planteas practicar períodos intencionados de ayuno por modas, te lo ha contado un amigo, o por adelgazar, primero debes conocer qué efectos produce sobre tu cuerpo, para que tengas criterios válidos para tomar la decisión apropiada.
Comida que no hagas, comida que no aportas lo que tu cuerpo verdaderamente necesita: nutrientes y antioxidantes. Si comes apropiado, no dejes de comer. Además de nutrientes y antioxidantes, las ingestas pueden interactuar muy favorablemente con tu microbiota digestiva cuando comes apropiado.

El organismo tiene unos requerimientos mínimos diarios de nutrientes, minerales, vitaminas, oligoelementos y antioxidantes. Una buena opción de alimentación depurativa, es escoger incrementar en tu menú, aquellos alimentos ricos en fibra, alimentos de baja densidad calórica ricos en agua, y alimentos ricos en antioxidantes.

La fibra mejora el transito intestinal, y tiene efecto protector frente al cáncer de colón, al optimizar el tiempo de paso de las heces por el intestino. Es recomendable un tiempo de transito intestinal de 24 horas, lo idóneo, a 48 horas máximo. Menos tiempo de 24 horas puede no haber un buen aprovechamiento de nutrientes, y a partir de 48 horas empieza a ser demasiado. Lo que el cuerpo ya no quiere, y pasado el tiempo necesario de absorción de nutrientes, se incrementan las posibilidades de dañar las células de la mucosa intestinal por efecto de exposición a diferentes toxinas contenidas en las heces del estreñimiento, que puede dar lugar al cabo del tiempo de exposición continuada, a que esas células muten y se malignicen. Por lo que, el consumo de ensaladas frescas, verduras y fruta, tienen un efecto depurativo y protector sobre nuestro estado de salud físico.

Los alimentos de baja densidad calórica aportan hidratación, por la cantidad de agua que contienen en su composición, aportando pocas calorías en mucho espacio, al contener poca o nada cantidad de grasas. Un gramo de proteínas aporta aproximadamente 4 kilocalorías, un gramo de hidratos de carbono aporta 4 kilocalorías, pero atención, porque un gramo de grasas aporta 9 kilocalorías. Por eso el aporte de grasa en la dieta de después de los excesos en las celebraciones, siempre sale muy perjudicada. La mayor parte de frutas y vegetales, también son alimentos de baja densidad calórica y ricos en agua.

Como antioxidantes, tenemos por ejemplo la vitamina C presente en frutas y verduras frescas (pues se destruye por efecto del calor), la astaxantina de las gambas y el salmón (consulta: Con La Axtasantina No Te Oxidas), el resveratrol del vino tinto (no te recomiendo ingerir alcohol en un día depurativo bajo en calorías) y otros. En otra entrada dedicaré detalle a los antioxidantes. Vamos paso a paso.

La ingesta de hidratos de carbono, en una alimentación para mantener la composición corporal, irá definida en función de la cantidad de ejercicio físico y deporte practicados. No puedes reducir tu alimentación drásticamente sin control y sin supervisión médica, pues no sólo vas a sentirte débil, sino que puedes comprometer seriamente tu salud física.

Sí que puede ser interesante practicar actividad física cuando de despiertas por la mañana, y desayunar después, porque no puedes quemar lo que aún no está en tu cuerpo. Es cierto que tu organismo tiene reservas suficientes, habitualmente, para que practicando en ayunas tu actividad deportiva, te ayude a quemar tus reservas grasas, en caso de necesitar controlar tu masa corporal.

Dudosa utilidad, tendría el ayuno como un punto de inflexión de estilo de alimentación y Vida, pues si alguien decide comer más saludable, con hacerlo efectivo, la depuración es evidente en sí misma, sin necesidad de someter al organismo a purgantes, o a una agresión dejando de comer intencionadamente.

 

He dejado para el final lo más importante respecto al problema que supone el ayuno, y es la no ingesta mínima diaria de proteínas. Las proteínas tienen dos papeles en nuestro organismo: la primera, un papel estructural, dando sujeción a nuestros huesos, y permitiéndonos el mantenimiento de la postura corporal, y los movimientos a través de nuestras articulaciones y sistema locomotor; y el segundo papel de las proteínas es el de formar parte de sustancias como hormonas, y sustancias de vital importancia que están en continuo recambio en nuestro organismo. Cuando no ingieres la suficiente cantidad de proteínas el organismo dá prioridad a la formación de esas sustancias de vital importancia que continuamente se crean y se destruyen, robándole la proteína a tus músculos, pues en ellos ejercen un papel secundario.  Siendo la consecuencia de todo ésto, que es cierto que la cifra en la báscula baja, pero baja porque pierdes masa muscular. Más de un noventa por ciento de las calorías que quemamos lo hacen nuestras células musculares (también llamadas fibras musculares, de ahí lo de “estar fibrado”). Sería como querer reducir el peso de un coche quitándole precisamente el motor a ese coche: pesa menos pero NO funciona (consulta: El Metabolismo).
Un coche funciona con gasolina, ni con confeti, ni con purpurina, aunque éstos tengan más color y más glitter.

Aquí tienes mis argumentos por los que no te recomiendo períodos prolongados de ayuno intencionados si crees que estás cuidando así tu cuerpo a nivel físico. Si te excedes en tu alimentación, por placer o evento social, vuelve a una alimentación equilibrada, variada, sabrosa, y apropiada a tus gustos y necesidades. Si el ayuno no es bueno para un niño, tampoco lo es para ti (consulta: Quiérete Con La Vida Del bebé).

Merendando un zumo de naranja natural de los campos de mis amigos Isabel y Antonio os deseo buen provecho y hasta la próxima. 
Besos. 
Quiérete y cuídate.
Saludos desde la huerta murciana.
Dra Eva Alcaraz.
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