Antioxidantes Naturales

Tomar una alimentación rica en antioxidades naturales contribuye a contrarrestar el daño celular producido por los agentes oxidantes (radicales libres) que nos perjudican causando enfermedades y acortando nuestros años y Calidad de Vida. Los antioxidantes nos ayudan a preservar las funciones vitales y previene el envejecimiento de nuestro organismo. A mayor cantidad de factores negativos para nuestra Salud, aumenta la necesidad de neutralizarlos con mayor aporte de antioxidantes. Y si reduces la exposición a agentes oxidantes, mejor.




La astaxantina es potente antioxidante, 65 veces más potente que la vitamina C, 54 veces más potente que el betacaroteno y 550 veces más potente que la vitamina E y 800 veces más que la CoQ10. La astaxantina se puede encontrar en microalgas (Haematococcus pluvialis), salmón, trucha, langostas, gambas, camarón, besugo, y huevas de peces; confiriéndoles ese color rojo-rosado tan característico. Otras fuentes de astaxantina son la levadura Phaffia rhodozyma o el hongo Xanthophyllomyces dendrorhous (consulta: Con La Astaxantina No Te Oxidas).


Alimentos ricos en Astaxantina natural


Frutas y verduras frescas son alimentos ricos en vitamina C. Ésta se encuentra en el agua de los alimentos crudos y se destruye por el calor. Las necesidades de vitamina C (ácido ascórbico) son en torno a 60-100mg/día en el adulto, y más en adulto fumador. Las situaciones de mayor agresión al organismo, aumentan las necesidades de ésta vitamina para asegurar su función óptima. Si eres consciente de los factores que agreden tu cuerpo, prioriza incrementar el consumo de alimentos ricos en antioxidantes. Puedes concentrar los antioxidantes en forma de zumos o batidos, salvo que estés siguiendo una dieta de control de peso. No es lo mismo beberte tres naranjas, que masticar las tres naranjas.


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El betacaroteno es el pigmento de frutas y vegetales anaranjados y rojizos, como naranjas, zanahorias, calabaza, papaya, mangos, tomates y pimientos. El betacaroteno es el precursor de la vitamina A (retinol). La vitamina A se acumula sobre todo en el hígado. Un exceso de vitamina A puede producir hipervitaminosis.




La vitamina E o alfatocoferol se encuentra en las grasas de los alimentos. La fuente más importante de éste son los aceites vegetales. Los aportes recomendados de vitamina E son del orden de 8 mg/día. Como en otras vitaminas liposolubles es indispensable la acción de las sales biliares para la absorción intestinal de la vitamina E a través de la formación de micelas. La vitamina E después de la absorción, pasa al sistema linfático. Se almacena en distintos tejidos como en el hígado, en el tejido adiposo y en el músculo. Las reservas permiten asegurar niveles necesarios de ésta vitamina durante semanas o un mes.




La coenzima Q10, también conocida como ubiquinona, por su distribución en muchos tejidos es esencial para la transformación y el aporte de energía a nuestras células, muy importante por ello en pacientes sedentarios que empiezan a practicar actividad física y también en deportistas. Además fortalece el sistema inmunológico, siendo de especial interés en pacientes con cáncer. Al favorecer la oxigenación y neutralizar los radicales libres también debe considerarse en enfermedad vascular, alergias, pacientes con distrofia muscular, Alzheimer, lupus, entre otras. La encontrarás en el hígado de cerdo, hígado de ternera, en el jamón, semillas de sésamo, soja y maíz. Y en menos cantidad en las pipas de girasol, el pollo y los huevos (consulta: La Lista De La Compra Inteligente).




No te oxides, come sano, haz ejercicio y continúa queriéndote y cuidándote.  

Dra. Eva Alcaraz.


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