La
alimentación en un paciente con diabetes requiere una planificación
apropiada. El buen uso de materias primas naturales, y la estructura
idónea de su alimentación personalizada a su ejercicio físico y
modo de vida, facilitará un control óptimo de las cifras de glucosa
en sangre. Siendo los productos especiales para diabéticos una
alternativa en momentos especiales dónde celebramos comiendo. De
elección en estos pacientes es la Dieta Mediterránea (consulta: La Dieta Mediterránea).
El
ejercicio físico es una herramienta muy eficaz para ayudar a
normalizar el exceso de glucemia en sangre que define al paciente con
diabetes. Según recomendaciones de la Organización Mundial de la
Salud medidas sencillas en el estilo de vida previenen o retrasan la
aparición de esta enfermedad. Con el deporte, baile, y cualquier
actividad física suave o moderada pero practicada con regularidad,
aumentamos las demandas energéticas y favorece la bajada de glucemia
para su normalización (consulta: El Metabolismo).
El
rango dentro del cual se considera normal de glucemia en la persona
sana es entre 70 y 100 mg/dl en ayunas tras 8 h de sueño, y en menos
a 140 mg/dl dos horas después de la ingesta de alimentos. Éstos
serían pues los valores recomendables de referencia como objetivo
para el paciente diabético. Cuando el páncreas no produce suficiente
insulina y cuando el organismo se hace resistente al efecto de dicha
hormona, el nivel de azúcar en sangre aumenta perjudicando nuestra
Salud, sobre todo a medio y largo plazo.
El
mantenimiento de las cifras de "azúcar en sangre" en
valores estables normales, o lo más próximos posibles a la
normalidad, evitando los picos de glucosa o las bajadas, marcará el
pronóstico a largo plazo de éstos pacientes. Es deseable trabajar
en equipo para encontrar en patrón personalizado adecuado, conocido
y aplicado, para evitar los efectos indeseables y degeneración a
largo plazo que implica el mal equilibrio que se produce cuando no se
aplica dicho patrón y hábitos saludables como rutina beneficiosa.
Observar y actuar en consecuencia es la clave para una mejor Calidad
de Vida.
La
concienciación de estos pacientes es fundamental. En la diabetes
gestacional que puede producirse en algunas mujeres embarazadas, en
general hay una atención adecuada, pues la futura madre suele
esforzarse al máximo para no perjudicar a su bebé y son sólo nueve
meses de dieta para ella si se normalizan las cifras postparto.
Distinta situación afrontan los pacientes con diabetes tipo I o tipo
II donde una vez la enfermedad se manifiesta será necesario el
control de las cifras postprandiales de azúcar de por Vida.
La
convicción de estar en el camino correcto y la adopción de medidas
sencillas pero eficaces por parte de un diabético adecuadamente
asesorado por su médico especialista, es necesario para que el
patrón sea duradero en el tiempo. Un paciente diabético no puede
pensar "mi médico me ha prohibido..." sino que por su
propio beneficio debe plantearse "aquello no me conviene porque
no es bueno para mí" al mismo tiempo que "esto es lo mejor
que puedo hacer para estar más sano y orgulloso de mí mismo".
La
dieta rica en fibra, rica en antioxidantes y con grasas saludables
son los pilares sobre los que se debe confeccionar el menú semanal
óptimo. Una dieta de adelgazamiento debe ser siempre temporal, sea
corta o larga, pero temporal. Establecer las rutinas alimentarias
beneficiosas personalizadas en el paciente diabético no es temporal,
con lo que deben ser lo más fáciles y eficaces para que el paciente
mantenga su convicción sobre ellas. Valorar un resultado favorable
cuando se aplican dichas medidas, contribuye a mantener esta
convicción tan necesaria. Reaprender a comer valdrá la pena.
Busquemos soluciones sostenibles en el tiempo.
Que
la alimentación sea tu medicina, pero también lo es tu motivación.
Quiérete
y cuídate.
Dra Eva Alcaraz.
Dra Eva Alcaraz.
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