El Verano y La Dieta

Te mereces una buenas vacaciones y celebramos comiendo, eso es una realidad. Sin embargo, si no quieres engordar, perjudicar tu salud y tener después sentimientos de culpabilidad… te recomiendo: “Que agosto no sea 31 domingos seguidos” (Dra. Alcaraz). Cuidar tu Alimentación y así tu Salud es compatible con alimentos sabrosos, apetecibles e incluso con connotaciones festivas. Imagina unas brochetas de gambas, cebolla, tomatitos cherry y pimientos a la brasa, de pollo si lo prefieres, en una noche de verano con tus amigos al aire libre. Con motivación, creatividad y priorizando, el verano y la dieta van de la mano.





Cuando tu alimentación habitual es no apropiada, es necesario rediseñar tu alimentación. Prueba cocinar más ligero, tu digestiones menos pesadas te lo agradeceran, especialmente en verano. La solución no es un fármaco cuando puedes comer más pero mejor. Buscar recetas de cocina puede ser contraproducente, permite que tu médico experto te asesore, acierto seguro.
Mi famosa receta de pollo con berenjena y comino, me cuentan los pacientes que la siguen cocinando en el mantenimiento además de en la fase de pérdida de grasa corporal. Recuerda que adelgazar no es perder ni agua ni músculo.
Incluye frecuentemente alimentos de baja densidad calórica como melón, sandía o tomate (consulta: Rediseña tu alimentación).




Saber qué es la excepción y qué es la norma es fundamental. Puede que almuerces todos los días bocadillo, pero no todos los días debe ser de lo mismo. No es igual para tu salud ni para tu silueta de sobrasada con queso que de atún con aceitunas. Si diversificas tal vez engordes si no lo quemas, pero engordarás menos que si siempre escoges la opción más calórica. También el aporte de vitaminas, oligoelementos, antioxidantes, fibra y nutrientes es más equilibrado cuando la alimentación es variada. Ofrécele a tu cuerpo “bufet libre” de vitaminas. Y si un día es bocadillo, otro frutas y otro yogures para almorzar, aún mejor (consulta: La excepción y La norma).





En verano los deportes acuáticos son una opción divertida y sana. Incluso un sencillo paseo por la orilla de la playa o unos ejercicios en la piscina, fortalecen tus músculos, beneficiándote estéticamente y aportándote más libertad para comer (consulta: El Metabolismo). Un ejercicio físico suave o moderado pero practicado con regularidad contribuye a tu bienestar físico y mental. El ejercicio físico favorece la correcta calcificación de los huesos, así como la radiación solar favorece el paso de vitamina D a su forma activa. Recuerda fotoprotegerte en horas de máxima radiación solar, pero aprovecha para pasear en las primeras o en las últimas horas de sol del día. Y si trabajas y no estás de vacaciones, ponte música cuando puedas, canta, y planifica tus comidas. Buen verano a todos.




Saludos desde el Mediterráneo. Quiérete y cuídate con lo que de Verdad es lo mejor para ti. Dra. Alcaraz. Para cita previa llame al (+34) 646 071 223.

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