“Tu
alimentación alimenta tu cuerpo y alimenta tu Salud Física y
Mental” (Eva Alcaraz). Qué comes, cómo lo comes, con quien lo
comes, cuando lo comes, dónde lo comes, y porqué lo comes, es lo
que debes pensar para que el conjunto de tu alimentación constituya
la base de tu Medicina Antienvejecimiento, es decir, una Medicina
Preventiva en su máxima expresión. A más natural sea un alimento,
y diversificada tu alimentación, debe ser una prioridad. Un plato de
comida tradicional, debe estar precedido por una ración abundante de
alimento rico en fibra como una ensalada vegetal variada. Cuando
comes con alguien que piensa y siente como tú no necesitas
justificar tu alimentación si se sale del modo de comer de la gente,
del momento o del lugar. La absorción de los alimentos puede variar
según se combinan, y recuerda si haces ejercicio físico, aún no
has podido quemar lo que aún no te has comido. Realmente, si estás
realizando turismo, disfruta de las costumbres gastronómicas
locales, pues sí es una excepción, y donde elijas comer a diario o
más frecuentemente, es tu responsabilidad. No es lo mismo comer en
casa con tu rutina beneficiosa, que por un cambio brusco de humor lo
canalices comiendo. Por todo lo anterior, ES POSIBLE, COMER BIEN,
TANTO DENTRO, COMO FUERA DE CASA, TÚ DECIDES. En casa la excusa es
“no tengo tiempo” y fuera “es que todos comen igual y total por
un día”, o peor aún le echamos la culpa a cómo cocinan en el
local que nosotros mismos hemos elegido para tomar algo. Elige con
información, criterio y responsabilidad. TÚ PUEDES, YO TE AYUDO. Te ofrezco ideas y recetas.
Cuando
tenemos interiorizado que comer apropiado, no es porque me lo ha
prohibido el médico, sino porque menos mal que conozco las
necesidades reales de mi organismo, podemos compatibilizarlas con
nuestros gustos y hábitos de alimentación, y por supuesto, con
nuestra vida social, y hacer las excepciones oportunas, cuando
estimemos conveniente (Consulta:
La Excepción y La Norma).
Un deportista, pocas excepciones se permite, porque es muy consiente
que la alimentación justifica, en mayor o menor grado, su
rendimiento deportivo. En casa: compra hecha, y nevera
y despensa llena, con los alimentos elegidos convenientemente para
prevenir o tratar tu salud, sea colesterol, diabetes, ácido úrico,
obesidad, anemia, incluso carencia de vitamina D y ácidos grasos
omega tres. Porque, no se trata únicamente de saber excluir o
dosificar lo menos oportuno, sino de incluir en la cantidad
suficiente y necesaria los nutrientes que nuestro organismo requiere
(Consulta: El Ayuno No).
Pero ahora, llega la excusa “trabajo y estoy muy cansado y no tengo
tiempo para guisar cada día”, solución: planifica tus menús,
preparalos en un momento distinto de tu comida, por ejemplo, no antes
de comer cuando tienes hambre y acabas de llegar a casa, sino después
de ya haber cenado. Etiqueta debidamente, y congela tus tuppers
libres de bisfenol A de poder ser para que te permitan calentar en el
mismo recipiente por tu comodidad y salud.
Fuera
de casa: diferenciemos si es la excepción o es la norma. Estás en
una cena con amigos con los que te reunes “de uvas a peras”:
excepción. Es la cena de los viernes con los de la Falla, la
comparsa o la agrupación lúdicofestiva o cultural a la que
pertenesces: sólo es excepción dependiendo de si tienes más actos
sociales o no en tu agenda semanal. Te vas de viaje al Caribe:
excepción, al menos para la mayoría de la población occidental,
aunque siempre puedes “abusar” de piña y otras frutas, que
enriquecen tu menú en fibra. El domingo con tu queridísima familia
paella valenciana, plato completo de dieta mediterránea: disfrutala
a ella y a ellos. Fin de semana corto en un maravilloso y anhelado
hotel con tu pareja sentimental: excepción, disfruta de los placeres
gustativos de un menú de comida creativa o tradicional, pero de
calidad. Mi preferido, escapada para desconectar y resetear tu cuerpo
y tu mente: comer bien no es una opción, es una imperiosa necesidad.
Puede que tengas motivos para estar enfadado o enfadada, sin embargo
perdonar no es por los demás sino por uno mismo y no te niegues la
comunicación con el mundo que no puedes cambiar y menos con tu
propio cuerpo. Te recomiendo adoptar la actitud: “Hoy va a ser un
día Feliz porque así lo he decidido yo” (Eva Alcaraz). Comer
fuera de casa, también es un momento excelente, para comer por
ejemplo un buen pescado, si en casa encuentras mayor dificultad para
hacerlo. Conforme estás leyendo, se te ocurren muchas posibilidades
y matices, de eso se trata, que seas tú quien decida qué quieres
comer, y no como barco a la deriva, las circunstancias te dominen, o
sientas que un alien en tu interior te posee, privándote de ser tu
quien decide cuando sí y cuando no, compensando posteriormente con
dieta, ejercicio o las dos cosas.
Elige
disfrutar de los placeres de la Vida, decide qué comes
independientemente de si estás dentro o fuera de casa. Quiérete y
cuídate con lo que de verdad te conviene. Saludos
desde el Mediterráneo. Dra. Eva Alcaraz.
Para cita previa o información sobre visita telemática (+34) 646 071 223.
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