Si No Hago La Dieta No Acudo a La Cita

Uno de los errores más frecuentes en una dieta de control de peso, es pensar que si no has realizado la dieta recomendada con exactutud, acudir a la cita es una pérdida de tiempo o dinero. Error, error, error. La cita es contigo misma/o y con tu Salud presente y futura. Si esperas a que los astros estén alineados para seguir tu dieta de adelgazamiento, no encontrarás el momento nunca, o no serás lo suficientemente constante como para estar el tiempo necesario hasta que llegues a los objetivos sanos y deseables para ti. Por eso, la “Dieta del lunes”, no funciona. La dieta que funciona, es la dieta realista, que con el apoyo y recomendaciones constructivas de tu profesional de Salud y Nutrición, se adapten a tus necesidades, gustos y circunstancias, de modo que te sirva de aprendizaje, no sólo para adelgazar, sino para relacionarte correctamente con la comida y saber cómo no volver a engordar. Vivir a dieta no es una buena opción. Adelgazar y saber mantenerse, sí lo es (consulta: La Dieta de Adelgazamiento Apropiada). Comer además de nutrirnos, constituye uno de los actos mediante los cuales interactuamos con nuestra microbiota. Dicen los expertos que el futuro de la medicina será la interacción de los genes con la combinación de bacterias, beneficiosas o no, que configuren nuestra microbiota, especialmente la intestinal (antes conocida como flora digestiva).




Tu dieta necesita constancia y determinación. Es normal y humano que en algún momento transgredas la dieta. Sin embargo, también es psicológicamente explicable la reacción de “huída” que se puede producir si los objetivos no son los válidos. El verdadero objetivo en una consulta de nutrición no debería ser una cifra, tú eres más que número. Aprender a llevar las riendas de tu alimentación, es más importante que un peso en un punto de corte de tu proceso de adelgazamiento. Definir los objetivos reales, te ayudará a no sentirte frustrado. Si te sientes mal por un número, llegará un momento donde no desees hacer la dieta, porque nadie quiere volver a intentar hacer algo que le hace sentir mal. Mientras, que si eres consciente, que para adelgazar es imprescindible, seguir un proceso de aprendizaje, además del de puesta en práctica, no faltarás a la cita con tu médico especialista, sino que a más cosas hagas mal, y trabajes con su ayuda y apoyo, más garantías tendrás de no volver a engordar y mantenerte después de tu dieta. La cita, no es sólo con tu médico, sobre todo es un compromiso contigo mismo ¿de verdad te quieres fallar?. La búsqueda de soluciones funciona. La justificación, excusa y huída, no. El mejor paciente no es el que siempre lo hace bien, ese caso es la excepción, sino que el mejor paciente es el que de verdad desea mejorar.




Puedes cambiar de dieta, puedes cambiar de especialista, que mientras que excuses los comportamientos que te perjudican, no podrás modificarlos y mejorarlos, para el éxito de tu adelgazamiento y mantenimiento. La solución está en ti. Comer mal no es una travesura de la que debamos reírnos. Comer mal, sólo deberíamos concebirlo por evento social, y tan sólo si no puede ser de otro modo (consulta: Aprende a Cuidarte). Saber qué es la excepción y que es la norma, es clave. Reconciliarte con la comida sana que te beneficia, te facilitará llegar a un buen resultado y estabilizarlo. Cuando llegas al convencimiento que lo idóneo para tí, es seguir las recomendaciones que tu médico te indicaba desde el inicio de tu dieta, deja de ser un esfuerzo, para convertirse en un buen hábito incorporado a tu Vida, y puedes sentir los beneficios. 


 

Es muy esclarecedor conocer qué ocurre en tu cuerpo en función de qué comes y cuanto ejercicio físico realizas. En el peso total influye el peso en masa grasa, el peso en masa magra (masa muscular básicamente), y el peso en agua corporal. Una cinta métrica puede ser más representativa en la mayor parte de las veces, que el peso total que aparece en una báscula normal como las de casa o una romana. Con un medidor por bioimpedancia, puede estimarse los parámetros de grasa, músculo y agua. Una corriente eléctrica de muy baja intensidad (no perceptible ni dolorosa) se emite por unas placas metálicas en contacto con tu cuerpo, pies por ejemplo. Por la biorresistencia, es decir la resistencia que tu organismo opone al paso de dicha corriente eléctrica, se obtienen los datos. El principio es sencillo: donde hay grasa pasa la electricidad ,y donde hay grasa no hay agua.


 

Si te entrenas físicamente durante tu dieta, pesas más, pero es lo correcto para ti y evitará el “efecto yoyó” físico (consulta: El Metabolismo), el psicológico dependerá de cómo te relacionas con la comida. Si te saltas la dieta un poco y miras sólo el peso total, puedes sacar conclusiones erróneas, porque puede ser la retención de líquidos al haber ingerido alimentos de mayor carga osmótica (sal, azúcares hidratos), que perderás rápido en cuanto reinicies tu dieta cuidadosamente. Y en el peor de los casos, si te saltas la dieta mucho y efectivamente aumentas en grasa, te ayudará a tomar contacto con la realidad, no justificar lo injustificable, y a planificar correctamente los límites de tu alimentación en tu futuro mantenimiento. Si conoces hasta donde puedes llegar sabes donde tienes que volver. Para cambiar el resultado, debes estar receptivo a cambiar algunos pensamientos y comportamientos anteriores a tu dieta de control de peso. Llega más lejos de donde siempre has llegado.




Saludos con La Dieta Mediterránea. 
Quiérete y cuídate disfrutando de tu dieta y tu Salud.  

Dra. Eva Alcaraz.


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